viernes, 20 de enero de 2012

POR NO DECIR NO

POR NO DECIR NO

Alguien decía por estos foros recientemente

“Ten cuidado con lo que deseas no vaya a ser que te alcance”

¿Qué hombre, swinger o no, no ha tenido alguna vez la fantasía de estar con dos mujeres a la vez?


Y, sin embargo, se positivamente aunque no por mi experiencia, que cuando muchos hombres han visto realizada dicha fantasía su decepción ha sido tremenda porque no tenían previsto, dentro de su ensoñación, que la realidad podía tomar unos derroteros absolutamente diferentes a lo que su imaginación tantas veces había deseado y previsto.

Así, cuanto más se desea algo, es también más frecuente que esa fantasía idealice y magnifique hasta tal punto la imagen deseada que cualquier parecido con la realidad pueda llegar a ser una mera coincidencia.

Quiero decir con esto que los motivos para que se pueda producir el desencuentro definitivo y sobrevenga el desenlace de la pausa y la reflexión, el hecho desencadenante, puede ser muy diferente para cada pareja pero generalmente todos contendrán al menos dos elementos comunes, a saber:

1º La aparición o más bien la comprensión progresiva de que existen diferencias en la pareja a la hora de contemplar y vivir las relaciones.

2º Acometer, en dicha disposición, una nueva experiencia quizás no plenamente deseada.

Como el punto primero ya lo he explicado en el epígrafe anterior referente al desencuentro, toca aquí explicar como se produjo el hecho desencadenante.


Podrá parecer quizás trivial pues no tuvo nada de traumático en si ni por las parejas que lo compartieron (excelentes) ni por nosotros mismos  y he de decir que si alguien tuvo la culpa de cómo nos afectó fuimos únicamente nosotros por no saber decir NO.

Un buen día una pareja con la que habíamos ya pasado algún fin de semana en nuestra casa nos llamó para decirnos que si nos venía bien se pasarían el sábado al medio día y pasarían allí el fin de semana a lo que contestamos que por nosotros no había problema y que, aunque posiblemente tuviéramos trabajo, podríamos pasar un fin de semana agradable.

Llegado el medio día en cuestión y ante la ausencia de dicha pareja optamos por llamarles por si hubieran tenido algún problema y nos comunicaron que no que habían estado de fiesta la noche anterior y que si no nos importaba acudirían a la tarde acompañados de otra pareja.

Lo cierto es que aunque a Gloria y a mi aquello no nos apetecía nada para ser sinceros, nos pudo la hospitalidad sobre la franqueza ya que además estábamos agotados y habíamos tenido que rechazar determinados planes y en lugar de decir que NO, aceptamos, total nuestras casa, (cinco), permitían una independencia absoluta.

Llegaron pues ya hacia la noche y aunque también la otra pareja era un encanto, se juntaron tres factores importantes como fueron el cansancio, el alcohol y el que ellos cuatro ya vinieran “calentitos” y que a nosotros nos costaba enormemente entrar en ese ritmo de juego.

La experiencia en si fue tumultuosa y caótica y Gloria y yo apenas participamos sintiendonos en lo poco que lo hicimos absolutamente desconectados.

Como veis aquello no fue algo grave ni mucho menos incluso se que para muchas parejas en que la conexión entre ellos no se asume como una parte intrínseca de la forma de vivirlo podría parecer hasta pueril.

Pero el caso es que, al día siguiente, Gloria y yo estábamos tensos, incómodos incluso entre nosotros mismos sabiendo que aquello no era lo que deseábamos o que al menos no estábamos preparados para ello y decidimos, no como una propuesta en si misma sino como una conclusión natural, que nuestra experiencia swinger debía de ser mucho más reflexiva en adelante y que era un camino en el que los dos debíamos ir de la mano si deseábamos disfrutarlo.

Aún sin proponérnoslo exactamente así e interviniendo posteriormente otros factores que no tienen nada que ver con esto, se abrió un largo periodo de ausencia en el que nuestras ideas , sentimientos, deseos y placeres se fueron aclarando y nos permitieron volver a esta vida para disfrutarla de una forma muchísimo más amplia y brillante.

Otros días iremos hablando de estas reflexiones y diálogos y de cómo nuestra vida cotidiana en pareja fue explicándose así misma el como y el porqué.

Buenas noches

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