viernes, 20 de enero de 2012

DE CÓMO ALGUOS HOMBRES SOMOS MÁS TORPES AL INICIARNOS EN ESTA VIDA

DE CÓMO ALGUNOS HOMBRES SOMOS MÁS TORPES AL INICIARNOS EN ESTA VIDA

No creáis que nuestra trayectoria desde entonces y a pesar del tiempo transcurrido ha sido abundantísima en experiencias pero si os diré que, afortunádamente, todas en general han sido enriquecedoras y satisfactorias exceptuando quizás una que no es que no lo fuese pero que quizás fue en exceso “tumultuosa” para lo que nosotros estábamos preparados en esos momentos, pero esto también será motivo de otra  entrada en el diario por que creo que merece el detalle.

Mi afirmación de cabecera, que es lo que hoy nos ocupa, me viene de mi propia experiencia y se que no es extrapolable a todo el mundo por lo que prefiero hablar de mi torpeza personal a referirla como algo global y que cada quién se aplique el cuento.

En mi caso y como ya me definí anteriormente, soy Complaciente lo que quiere decir que me encanta ver disfrutar a mi pareja en la relación y cuanto más vivo y siento su disfrute mayor es mi grado de actividad, participación y potencial sexual.

En algunos de estos encuentros iniciales la falta de experiencia y de costumbre me llevó a confundir las señales y situaciones que se producen en una relación de intercambio o juegos de tal manera que personalmente yo era incapaz de rematar nada con la chica de la otra pareja, nada más allá de los juegos y caricias me refiero.

Es cierto que en un principio lo achaqué a diversos motivos, entre otros mi carácter de natural tímido con las mujeres me hacía pensar que si no percibía unas señales evidentes de deseo a lo mejor la chica lo estaba haciendo conmigo solo por complacer a su pareja y por tanto mi libido se veía afectada
.
Los hombres somos mucho más frágiles de lo que piensan las mujeres en el terreno práctico sexual y, a menudo, un leve indicador mal interpretado puede hacer que el semáforo rojo se encienda.

También en ocasiones me sentía en inferioridad por compararme absurdamente con mi propia pareja ya que su carga sensual  es tan explosiva que sentía como que yo no pudiese estar a su altura en el juego.

Pero en la mayoría de las ocasiones es cuando se rompe el contacto con mi propia pareja, cuando deja de ser una participación, aunque sea leve, conjunta para entrar en centrarse en el juego de cada pareja individual,…., ahí es cuando ese carácter complaciente mío me ha jugado las peores pasadas.


Y es ahí donde te das cuenta luego y reflexivamente que si existían señales claras y deseo , de que por supuesto estabas a la altura porque no hay alturas y de que simplemente HAS ESTADO TORPE porque no has sabido navegar en la situación, dejarte llevar por el momento y disfrutarlo.

Afortunadamente puedo decir que la torpeza en ese sentido se cura con la experiencia y con la relajación en otros sentidos han de ser las parejas las que juzguen.


Y Aún siendo evidente que te tiene que gustar la otra pareja y que tu le has de gustar esa torpeza inicial puede hacer que ninguno lo perciba y, si no estropear un encuentro, hacer que no llegue al esplendor que pudiera haber tenido.


No se si las mujeres pueden ser a veces torpes por estos motivos, en nuestro caso no es así y por eso digo que a veces los hombres somos algo torpes en estas situaciones iniciales.

Otros muchos factores podrían ser considerados...
Pero ya forman parte del debate abierto.

Saludos desde Iboyima

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